La historia bonita de hoy se llama «Bailando se consigue todo» 
y hoy estaba en esperando mi camión que nos iba a llevar a nuestra excursión, cuando en el gym donde entrenan los chicos de básquet empezaron a tocar una canción y sin dudarlo, siendo yo quien soy, ¡me puse a bailar! y mientras esto sucedía, se acercó uno de los estudiantes de Alemania para decirme que él era el que estaba tocando la música y que por favor le pidiera la canción que yo quisiera porque me la ponía para bailarla.
Así que, sin duda alguna, el baile y la sonrisa siempre abren caminos.